Nosotros

nació de una necesidad familiar y se convirtió en un proyecto que ha transformado vidas. Todo comenzó con la lesión en los hombros del patriarca de nuestra familia, quien, afectado gravemente por una afección en el manguito rotador, perdió la movilidad en sus brazos. Frente a este desafío, un médico sugirió una receta casera basada en colágeno, marcando el inicio de nuestra historia.

El asombroso proceso de recuperación impulsó la creación de Colágeno Zamora. Comenzamos vendiendo frascos elaborados en casa, utilizando recursos disponibles y ofreciendo nuestro producto a familiares y vecinos. Lo que empezó como un pequeño emprendimiento familiar, pronto se expandió gracias a los resultados obtenidos.

Nuestro camino en el mundo del colágeno no ha sido fácil. Desde embotellar en frascos reciclados hasta enfrentar intentos de falsificación, cada obstáculo ha fortalecido nuestra determinación. Hemos superado numerosos desafíos, como encontrar envases adecuados y proteger nuestro legado mediante registros de marca y contratos sólidos.

Hoy, Colágeno Zamora sigue creciendo con la misma pasión y compromiso que nos impulsó desde el principio, llevando salud y bienestar a cada uno de nuestros clientes.